LA BODA
Como Celia y yo llevábamos ya cinco años de novios, decidimos casarnos. Era el año 1964.
Nos casamos en El Pilar de Zaragoza, en el Altar Mayor, a la una del mediodía.
Se dio una circunstancia curiosa. Otra pareja de novios llegó tarde y el sacerdote nos pidió permiso para casar a la vez a las dos parejas, a lo cual accedimos.
Lo curioso del caso es que el otro novio se llamaba Miguel Isidro y a mí, en la fe de bautismo, me deberían haber puesto también Miguel Isidro, ya que nací el día de San Miguel y, entonces, ponían el santo del día.